Hace un tiempo comencé a conectar con diferentes temas, luego comprendí porque todo eso llamaba mi atención: Quería que reconociera que mi autoridad no estaba tan sanada como pensaba.
La autoridad es lo que determina hacia donde nos movemos en la vida, cual es la verdad que nos cambia de lugar. Como seres humanos occidentales la autoridad siempre se encontró en el exterior. En nuestra infancia la autoridad era de nuestros cuidadores, quiénes nos dirigían la vida con lo que debíamos o no hacer pero sin preguntarnos: ¿Cómo se siente esto para ti?¿quieres hacerlo?¿y si no, por qué?. Se hacía lo que ellos decían porque se asumía que ellos tenían la verdad absoluta de lo correcto e incorrecto. Niños y niñas que se desconectaron de la escucha interna de su propia autoridad, porque parecía que solo se encontraba fuera de nosotros mismos.
Luego en el colegio seguimos igual, ese profesor que nos tenía a todos sentados en fila, no se podía hablar, había que escuchar y tragarse como sea toda esas verdades que él transmitía. Teníamos tantas reglas, como vestir, como peinarse, como hablar, que nunca decidimos desde nuestra autoridad que nos generaba mayor comodidad interna.
El día que conecté con mi autoridad emocional fue cuando congelé la universidad. Eso se sentía tan bien internamente, sabía que eso era. Luego comencé a hacerlo más y más. Tanto a nivel familiar como profesional y el año pasado me toco hacerlo a nivel espiritual. Estaba en un retiro de yoga y de las 40 personas que éramos todos seguían a nuestra profe o maestra como muchos le llaman. Yo decidí no vestir como me decían o no usar un turbante. Obviamente eso genero molestias y percibí la incomodidad de muchas personas al ver que yo "atentaba" contra la verdad en la que confiaban que su maestra les entregaba. Pero mi autoridad emocional era tan clara, que no seguirme sería engañarme a mi misma.
El 2020 me fui a vivir por 3 meses a la playa. Mi autoridad interior me pedía distancia de lo que en ese momento limitaba mi crecimiento.
Cuando ya estoy a punto de cumplir 30 años, puedo ver como he usado mi autoridad emocional para elegir amistades que me nutren y ya no se vacían en mi, como elegí que vínculos familiares quería alimentar sin sentirme obligada a salir dañada por las heridas no resueltas de otros, elegí un trabajo con propósito y construirlo día a día. Elegí vivir el yoga y mi espiritualidad como yo lo necesitaba sin dogmas. Pensé: "wau, soy muy buena en mi autoridad emocional"
Pero me di cuenta que aún quedaba por sanar.
Lo primero que me pregunte fue: ¿Por qué con esa persona cedí mi autoridad emocional?¿Por qué no le hice caso a mi cuerpo y mis percepciones que eso no era para mi?¿Qué yo no estaba ahí?
Y entendí: Donde te sientes insegura tiendes a perder tu autoridad.
Pedí orientación a una persona para crear un nuevo servicio, me di cuenta que confié todo en ella y olvide que muchas de esas cosas que me aconsejaba aunque eran muy lógicas no coincidían con mi esencia. No era la manera en que yo quería expresarme. Pero aunque se sentía incomodo, cambie mi expresión pensando que antes yo lo hacía mal y que porque ella tenía esos conocimientos de especialista estaba bien. Pero en realidad lo único que hubiese estado bien era escuchar mi percepción interna.
Podría haberme quedado en la decepción de haber invertido dinero y tiempo que no trajo los frutos esperados. Pero hay un aprendizaje mayor que me toca hacer y es: Cuando tengo inseguridad, cedo mi autoridad para que otra persona me diga cual es la verdad. Y aunque he logrado potenciar mi propia autoridad en muchos ámbitos de mi vida, aún siguen existiendo pequeños espacios que la perdí.
El pensar que tenemos algo ya "resuelto" o un trabajo interno ya logrado, nos puede hacer ciegas ante los aprendizajes que no se han están integrado del todo y te ves ahí inmersa en la incomodidad sin comprender "¿por qué? ¿si ya lo hecho todo?". Por eso recuerda siempre: No estás tan adelante como piensas que estas, no estas tan atrás como piensas que estás.
Mantener la curiosidad abierta en lo que hemos logrado comprender y sanar, porque la vida siempre nos puede sorprender mostrándonos que hay algo aún que aprender.
La autoridad emocional es la que nos permite reconocer como se sienten ciertas personas, lugares y decisiones en nuestro interior. Porque nadie puede darte una verdad absoluta, si bien pueden compartir sus perspectivas pero es tu trabajo elegir tu verdad.
Ahora miro para atrás y entiendo porque es tan popular que un "maestro/a espiritual" te diga que hacer con tu vida. Que le hagas una pregunta y te entregue la verdad que no quieres ver por ti mismo. Porque aún vives desde esa niña o niño que no tenía autoridad interna, que los otros le decían que estaba bien o mal y aceptaban sin cuestionamiento.
La autoridad interna y emocional es cuestionar todo, pero desde tu percepción interna. No importa si la otra persona tiene 10 master en algo o 20 años haciendo una practica espiritual, si eso no se siente bien dentro de ti. Ahí no es.
Quién recupera su autoridad interna aprendió a integrar a su niños y niña interior. De lo contrario somos adultos, buscando que hacer con nuestras vidas dispuestos a que la verdad sea la respuesta de un otro/a. Porque eso nos genera el alivió de no hacernos cargo de nuestra propia inseguridad.
Una próxima vez que decidas a quién seguir, recuerda que tú eres la autoridad interna.
Nadie más.
Cuéntame en los comentarios ¿Qué es la autoridad interior para ti?
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