Que afortunada soy de poder guiar estos procesos y vivenciar junto a ustedes cada parte de esa hora. El yoga en familia es una clase que expande mi corazón, me emociona ver a las mamá y sus hij@s mirándose a los ojos y sonriendo, ver cómo se abrazan y juegan juntos.
Que afortunada soy, pensé. Puedo ser sostenedora de ese espacio lleno de amor y esa búsqueda de encuentro. Creo que una de las relaciones más potentes y elevadoras que tenemos en nuestras vidas es la relación con mamá y papá. Si tan solo esto fuera difundido mucho más, valoraríamos todos los aprendizajes que estás relaciones nos traen.
Yoga en familia es un espacio donde los adultos/as aceptan regresar al mundo lúdico y de fantasía que les reconecta con su propia infancia, a la vez los niños y niñas se convierten en los ojos de mamá y papá, sin distracción alguna. Pudiendo compartir su inocencia y creatividad con quienes se convirtieron en su puente a la tierra, a la vida.
Cuando los niños y niñas se sientan aceptad@s y amad@s en su familia, se sentirán aceptados y amados por sí mismos cuando adult@s. Yoga en familia es el puente de conexión, amor y aceptación con quienes han decidido ser nuestros padres y madres en esta vida, y con nosotros/as mismas.
Que afortunada soy, pensé otra vez.
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